Tuesday, September 05, 2006

Chica Bond


Una vez fui una chica bond, me dejé seducir por su encantador trato, por su sinceridad, su persistencia, por la invitación a la aventura. Ofrecía algo diferente, pues estaba acostumbrada a la mariconería de la mayoría de los hombres locales que no se atreven a nada o lo quieren todo; les das por su lado y se aprovechan, los ignoras y te buscan, nomás no dan una y nunca nada pasa!
En cambio bond un día llego y de buenas a primeras decidido me contactó haciéndome saber cuales eran sus intenciones y su fascinación por mi. Frente a la invitación me sorprendí, pues acostumbrada a las débiles y fracasadas insinuaciones de los demás, la sinceridad de bond sonaba demasiado buena para ser verdad, demasiado rápida para sonar sincera, demasiado insistente para quedar libre de sospecha. Además quería dejar en claro otra relación sospechosa antes de apresurarme hacia otra. Por lo que le dije a bond que la invitación me era interesante y atractiva, pero que tendría que ponerse en pausa; él muy respetuoso no tubo objeción, no sin antes darme una prueba y los medios para ponernos en contacto.

Como era de esperarse la relación sospechosa no mostró nada de interés ni voluntad de evolución. Pero si ofreció el tiempo suficiente para investigar y pensar sobre mi propia capacidad ante este tipo de aventura. Quise ponerme aprueba y el señor bond siempre fue sincero, amable, encantador en su trato, atrevido y directo. Aunque en ese momento no estaba segura de las consecuencias y temía mi condena al infierno, ahora puedo decir que fue muy positivo.

Fue la unión de la fantasía y la razón. Un punto de equilibrio que promueve el crecimiento.
No fui ingenua, conozco y conocía la naturaleza libertina de bond, antes de conocerlo no podía entender como tantas mujeres bellas e inteligentes se dejaban seducir por tal don juan; pero bien dice el dicho que el miedo proviene de lo que se descoce.

A comparación de las experiencias de conocidos conozco lo dañina que una relación con pretensiones platónicas puede ser. Se cree haber encontrado la otra mitad, aquello que nos hacía falta para estar completos, pero muchas veces son apegos como los de una mujer a unos zapatos manolo o prada; pero una vez que los tenemos nos damos cuenta que eso no nos cambió y buscamos algo mas (alguien mas), aquello que creíamos nos iba a completar muchas veces estorba al darnos cuenta de que no fue así.

Bond me hizo ver lo especial que soy a diferencia de hacerme sentir especial. Pues la segunda opción implica apego e insana necesidad del otro que solo produciría malestar y dependencia, en cambio la primera implica autorrealización.

Espero no se confunda con un acto de egoísmo maquiavélico; pues todo lo contrario es un ejercicio de la ética. Es un crecer juntos sin dañarse, sin pretensiones platónicas irrealizables, sin engaños ni intrigas. Las dos partes contratantes tienen los mismos derechos, obedecen a los mismos principios; conocen la posibilidad del compromiso, pero no su necesidad. Se asocia el amor y la elección reiterada, así como la fidelidad y la expresión de la memoria.
alejada de una expresión objetivista del otro se crea una amistad en donde no se tiene nada que temer del otro. Solo disfrutar de la experiencia de vida.

Lord Byron libertino escritor ingles, del que seguramente se inspiraron para crear a bond dijo antes de morir:
"¿Cree que temo por mi vida?, ¿para qué lamentarse?, ¿es que no gocé más de la cuenta?"

A mis amigos les deseo el goze de la vida; a Bond le mando un beso

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